EL PODER DEL DINERO
CAPÍTULO 8: EL REGRESO DE MI EX
Hoy con: Juan Carlos García como Juan Andrés
Hoy con: Susej Vera como Karla
Hoy con: Liliana Rodríguez como Engracia
RANCHO LARSON WEST
INT. MANSIÓN / PASILLO / DÍA
Diego no puede creer lo que acaba de escuchar, la discusión entre Matías y su abuela Ágata. El chico sigue escuchando en silencio, tras la puerta.
INT. MANSIÓN / DESPACHO DE ÁGATA / DÍA
Ágata: ¡Fuera de mi casa Matías! ¡Fuera!
Matías: Esto no se va a quedar así, vieja maldita, te juro que voy a acabar contigo. ¡Por estas! (Haciendo el típico gesto del juramento con una mano)
Ágata: Lárgate si no quieres que avise a los peones para que te den una golpiza. No me provoques porque no sabes de lo que soy capaz. ¡No lo sabes! (Amenazante)
Matías: Nos veremos las caras, Ágata, ya nos veremos…
En pasillo, Diego, escapa a toda prisa para no ser descubierto por Matías y se esconde tras una cortina. La villana sigue dentro del despacho, presa de los nervios y casi histérica. Matías se marcha del rancho en su auto, muy enojado y furioso. Mientras, Diego entra en su dormitorio y…
INT. MANSIÓN / DORMITORIO DE DIEGO / DÍA
Diego: No es posible… ¿Matías es mi abuelo? ¿Mi verdadero abuelo? No puede ser, tiene que haber un error, ese hombre tiene que estar equivocado… No… no es posible.
El chico se queda pensativo, dándole vueltas a la cabeza sobre la conversación sin saber qué creer.
Diego: ¿Será que Matías tiene razón? ¿Será que mi abuela nos ha estado mintiendo durante más de 50 años a toda la familia? (Alucinado) Tengo que investigar… tengo que descubrir toda la verdad. Necesito encontrar a Matías, tengo que saber dónde vive.
JAMESVILLE
INT. CASA DE ENGRACIA / CONSULTA / DÍA
Engracia (Liliana Rodríguez) se encuentra en su consulta de videncia astrológica, la divertida "disque bruja", ataviada con unas flores en la cabeza y una especie de camisón de colores, está haciendo meditación, con los ojos cerrados y las manos en posición alzadas ligeramente. En el centro de la mesa un cuenco con incienso se va quemando lentamente...
Engracia: Ommmmmmmmmmm!!! Ommmmmmm!!!! Cofff, cofff, cofff!! (Tosiendo) Puaggg!!! que asco de incienso Dios de mi vida!! Que ascazo!!! De los chinos tenía que ser... aaggg!!! (Le dan náuseas)
En ese momento suena su teléfono móvil. Engracia lo toma y contesta.
Engracia: ¿Jelou? ¿Aquí la señorita Engracia Sebosa, vidente, astróloga y tarotista, te leo tu futuro por 1,50 el minuto y por allá quién? (Sonríe como tonta) Aja.... Aja..... (Escuchando) Ok, mi reina... pásate por mi consulta... Sí... ¿A las ocho te viene bien? Aja... Aja.... Aja....
La divertida bruja no se da cuenta que se le está quemando la comida en la cocina, el humo comienza a salir por la puerta y llega a la habitación.
Engracia: !UAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!!!! !Las lentejaassssssss!!!! (Sale disparada tirando el celular al piso)
HOTEL JAMESVILLE
INT. HABITACIÓN DE PALOMA / DÍA
La morena se encuentra empacando pues tiene que viajar a Nueva York por un asunto de trabajo. Lleva varias semanas de vacaciones forzosas y están a punto de echarla del bufete donde trabaja en la Gran Manzana. Paloma recoge prendas, por aquí y por allá cuando alguien toca a la puerta.
Paloma: ¿Sí, quién es?
Pero nadie responde. La chica se acerca a la puerta y abre... Justo en ese momento se encuentra frente a frente con su ex, Juan Andrés (Personaje interpretado por el actor venezolano Juan Carlos García)
Juan: Hola mi reina… (Sonríe seductor y coqueto)
Paloma: ¿Juan Andrés? ¿Se puede saber que haces tú aquí? ¿Cómo supiste que…?
Juan: Hablé por teléfono anoche con tu sobrina Gloria y me dijo que estabas aquí alojada. Sé lo de tu hermana y lo de Miguel. Lo siento mucho…
Paloma: Juan, te dije en su día que no quería volver a verte, ¿Cómo te lo tengo que decir, ah? ¿En coreano?
Juan: Ay ya, mi amor… no seas grosera, encima que vine para acompañarte en estos duros momentos con Eva y los niños.
Paloma: Si, claro… (Enojada y con mala cara)
Juan: ¿Qué no me vas a invitar a pasar o qué?
Paloma: Estoy ocupada, tengo mucho que hacer. Mañana me voy de viaje a Nueva York por unos días.
Juan: Si quieres puedo regresarme contigo. ¿Cuándo te vas?
Paloma: A primera hora, y no, gracias pero me voy sola. (Seria)
Juan: Hay que ver que maleducada eres… (Con mal tono) No cambias.
Paloma: ¿Maleducada? ¿Maleducada yo? Por favor, Juan… Mira, no quiero perder la paciencia contigo pero o te vas o te echo yo misma.
Juan: Sabes que todavía te amo y yo sé que tu me quieres, no lo puedes negar.
Paloma: ¡No me interesas! ¡Lo nuestro terminó hace año y medio! Te encontré revolcándote con tu secretaria en la oficina. (Furiosa) Eres un cerdo y un desgraciado. Y todavía tienes el descaro de venir a verme… Pues lamento decirte que no te necesito. ¡Lárgate! (Cierra la puerta pegando un fuerte portazo frente a Juan)
RANCHO LARSON WEST
INT. MANSIÓN / SALÓN / NOCHE
Amanda y Gloria conversan sobre Ángel.
Gloria: Ahora cuando cenemos se lo voy a decir todo a la abuela, lo voy a contar delante de la familia al completo. Ya verás.
Amanda: Espero tu abuela lo tome a bien, cariño… (Sonríe falsa)
Gloria: Todos van a saber que estoy esperando un hijo de Ángel, así no sea verdad. (Sonríe astuta)
Pero en ese preciso momento, doña Ágata, que lo ha oído todo, aparece por la puerta principal que da al recibidor de la mansión.
Ágata: ¿Cómo es eso de que ibas a fingir un embarazo, desgraciada? (Furiosa)
Gloria: A… abuela…. (Nerviosa y asustada)
Amanda: Yo mejor las dejo, con permiso… (Se va rápidamente)
Gloria: Abuela… puedo explicártelo, yo… yo…
Pero la vieja se le acerca y sin mediar palabra con su díscola nieta, la cruza la cara de una fuerte bofetada. La chica se lleva una mano al rostro, dolida por el golpe.
Ágata: ¡Eres peor que tu madre! ¡Zorra! Encima de ser una regalada, eres una hipócrita, una mentirosa… Que no vuelva a escucharte semejantes cuentos otra vez porque te juro que te boto de aquí. ¿Te queda claro? (Soberbia y desafiante)
Gloria: Sí… sí… abuela… (Asustada)
Ágata: ¡A tu cuarto, hoy no cenas! ¡Lárgate de mi vista mocosa!
La joven se marcha corriendo, llorando, muy asustada y nerviosa.
Ágata: Pero válgame Dios… esto es increíble. Hasta donde iba a llegar esta estúpida con tal de agarrar al hijo de la criada… Pues no lo voy a permitir. Ángel se marcha en dos días a Chicago, y ojalá nunca vuelva. ¡Nunca!
INT. MANSIÓN / DORMITORIO DE DIEGO / NOCHE
Diego está dormido, sin camiseta, entre las sábanas, ajeno a la indiscreta mirada de su tía Amanda quién le espía por la rendija de la puerta entre abierta. La sensual rubia entra en el cuarto y cierra la puerta. Amanda se le acerca, mientras Diego duerme plácidamente, sin imaginarse la realidad. La villana le acaricia el pecho con deseo… le pasa dos dedos por los labios… Diego frunce el ceño… Amanda habla consigo misma en voz muy baja.
Amanda: Vas a ser mío, Diego, tú y yo lo vamos a pasar muy rico juntos, mi amor… Me encantas… te haría el amor toda la noche. (Se muerde el labio) Te cabalgaría hasta dejarte agotado… (Pícara y lujuriosa)
En ese instante, Amanda escucha ruidos fuera de la habitación y se va rápidamente para no ser descubierta por nadie. La rubia cierra la puerta con sigilo y se va a su recámara, donde a esa hora de la madrugada, su marido Germán duerme a pierna suelta, roncando una y otra vez.
INT. MANSIÓN / COCINA / NOCHE
Doña Ágata, en bata, acude a la cocina a por un vaso de leche fría del refrigerador. La villana se encuentra con Marisa, quién todavía está despierta, apoyada sobre la encimera mirando la foto de Richard Larson de joven.
Ágata: ¿Se puede saber que haces levantada a estas horas Marisa? (Molesta) Son las dos de la madrugada.
Marisa: Perdón, perdón, patrona… es que…
Ágata: ¿Qué es eso que tienes ahí, ah? ¡Déjame ver! (Le quita la foto)
Marisa: Doña Ágata, yo… (Asustada)
Ágata: ¿Qué haces tú con esta foto? ¿Cómo la conseguiste? ¿Cómo? (Furiosa)
Marisa: La encontré en su recámara, señora, yo… yo… iba a dársela mañana y…
Ágata: ¡Mentirosa! (Le pega una cachetada)
Marisa: ¡Ahhh! (Tocándose el cachete)
Ágata: ¿Qué pretendías? ¿Chantajearme tú también?
Marisa: No sé de qué me habla, señora, se lo juro.
Ágata: ¿A poco no sabes que este era mi marido? Richard Larson, estúpida.
Marisa: Sí, lo dice al reverso pero…
Ágata: Claro… ahora es que lo entiendo todo… (Desafiante)
Marisa: Le prometo que nunca voy a decir nada a nadie, nadie sabrá que Santiago y don Richard no eran padre e hijo, se lo juro…
Ágata: ¡Cállate sirvienta metiche! (La agarra por el cabello y la saca de la cocina a jalones, tomándola del pelo como si quisiera arrancárselo de cuajo)
Marisa: ¡Ahhh! ¡Ahhhhhhh!!!!
INT. PISCINA CUBIERTA / NOCHE
Doña Ágata llega con Marisa agarrada por las greñas…
Marisa: ¡Ahhh! ¡Suélteme señora, suélteme, le prometo no diré nada! ¡Ahhhhhhhh!!!!
Ágata: Por supuesto que no vas a decir nada, maldita metiche… ¿Sabes que la curiosidad mató al gato, estúpida cachifa inepta?
La vieja villana empuja a Marisa a la piscina y acto seguido se abalanza sobre ella, la matriarca Larson trata de ahogarla. Marisa lucha con todas sus fuerzas intentando zafarse de su patrona, pero la vieja pelea como una auténtica fiera. Como un cocodrilo cazando a su presa en el Nilo. Ágata la da de bofetadas y la empuja hacia abajo para hundirla bajo el agua.
Marisa: ¡Socorrooo! ¡Glup! (Se hunde en el agua) ¡Auxíliooo!!!
Ágata: ¡Cállate, desgraciada! (La hunde otra vez) ¡Muere maldita, muereeeeee!! (Con ojos de asesina)
Escuchamos música incidental. Doña Ágata consigue ahogar a Marisa en la alberca tras una intensa pelea. La villana sale del agua, totalmente empapada y se marcha rápidamente del lugar para no ser descubierta. En al agua, Marisa yace boca abajo, muerta, flotando en el centro de la piscina.
AL DÍA SIGUIENTE
JAMESVILLE
EXT. HOTEL JAMESVILLE / DÍA
Diego se dispone a visitar a Paloma. Justo cuando se dispone a entrar en el hotel, una explosiva mujer aparece tras él y le toca ligeramente en el hombro. Ella es Karla (Interpretada por la actriz venezolana Susej Vera).
Karla: Hola, mi amor… (Sonríe sensual)
El chico se da la vuelta y se la encuentra de frente…
Diego: ¿Karla? ¿Eres tú? (Extrañado) ¿Qué haces tú aquí, cuando has venido?
Karla: ¿Qué no me vas ni a saludar, guapetón? (Sonríe) Anda dame dos besos, mi niño… Cuantos años… (Se saludan, pero él está molesto con su aparición)
Diego: ¿Qué haces en el pueblo? Pensé estabas en Australia… Hace casi 10 años que no se nada de ti, Karla.
Karla: Acabo de llegar de Sydney, bueno en realidad llegué anoche a Chicago, lo que pasa que me estoy alojando en casa de mi tía Engracia.
Diego: Nunca me imaginé que te volvería a ver… Te fuiste así sin más, sin casi darme explicaciones. Tuve que enterarme por tu tía que te habías largado a Australia a estudiar… Sólo me dejaste una miserable carta de despedida.
Karla: Ay ya, Diego no me guardes rencor. En aquellos años era lo mejor para mí. Mi padre está de embajador de los Estados Unidos allá y yo tenía que irme con ellos. Apenas tenía 20 años.
Diego: ¿Y no tuviste mejor forma de dejarme que así? (Enojado)
Karla: Bueno… lo siento, de veras que lo siento, era una niñita, no sabía lo que hacía, ya he madurado. Te lo prometo. Soy otra Karla.
Diego: Sí… seguro… (Enojado)
Karla: ¿Y que hacías entrando al hotel de pueblo?
Diego: No tengo por qué darte explicaciones. ¿No te parece?
Karla: No seas así, no seas tan grosero, Dieguito
Diego: Me llamo Diego Alejandro, Diego, no Dieguito. Nunca me gustó que me dijeras así y lo sabes.
Karla: Ya, ya por favor, entierra el hacha de guerra. Tal vez pues no podamos ser más que buenos amigos y olvidar el pasado. ¿No crees?
Diego: ¿Amigos? ¿Amigos, tú y yo? Jajajaja. Estás loca, no quiero saber nunca más de ti en mi vida. Así que lárgate a Australia, a la China o a donde se te de la realísima gana pero no te quiero cerca de mí. ¿Entendiste?
Karla: Eres un… (Alza la mano para abofetearle pero Diego la sujeta)
Diego: Y eso también se acabó. (Desafiante)
Karla: No sé de qué me hablas, imbécil. (Soberbia)
Diego: Cada vez que te enojabas conmigo me sacudías una cachetada pero no más. No tengo por qué aguantarte ni una bofetada más. Y no me hagas que me olvide de que eres una mujer porque no respondo de mí. Te lo advierto.
Karla: Eres un estúpido, un grosero y un machista. (Karla le intenta pegar de nuevo una bofetada pero Diego la detiene)
Justo en ese momento, Paloma aparece por la puerta del hotel y se queda alucinada con lo que ve.
Paloma: ¡Diego! ¿Se puede saber que está pasando aquí? ¿Ibas a golpear a esta chica?
Diego: ¡Paloma! (Avergonzado) Esto… esto no es lo que parece… puedo explicarte… (Nervioso)
Karla: Perdona, esta, niña… (Con chulería) No soy “esta chica”, me llamo Karla y soy la novia de Diego. SU NOVIA. (Burlándose)
Paloma: ¿Quéeee? (Decepcionada)
JAMESVILLE
INT. CASA DE ENGRACIA / CONSULTA / DÍA
Sentadas a una pequeña mesita redonda, la pérfida Amanda conversa con su amiga y consejera espiritual, Engracia Sebosa, una divertida “disque bruja” que lee las cartas y tiene su propia línea de videncia telefónica y online.
Amanda: Ay amiga, necesito consejo, la boba de Gloria me dijo que Paloma está detrás de Diego… De mi Diego.
Engrancia: A ver, a ver… (Sacando las cartas del tarot, las barajea y las pone en la mesa)
Amanda: Tengo que saber qué posibilidades tengo con él, quiero que esa marginal salga de mi camino cuanto antes.
Engrancia: Corta en dos partes…
La rubia divide el montón de cartas en dos y las separa.
Engracia: ¿Izquierda o derecha, mi amol?
Amanda: Derecha… (Nerviosa)
Engrancia: Vamos, a ver, mi niña… vamos a ver… que dicen las cartas. Recuerda que el tarot de Engracia Sebosa, nunca miente, mijita, nunca. (Seria)
Amanda: Lo sé (Ingenua pues creé en todas estas supercherías)
Engrancia: Pues vamos a ver… (Sacando las cartas, las va colocando sobre el tapete de la mesa)
Amanda: ¿Qué dicen? ¿Ves algo?
Engrancia: Tchisstttttt!!!! Que estoy en trance… (Con los ojos medio blancos) La carta de la muerte, ¡Mira! (Señalándola con las uñas largas, de no fregar platos en su vida)
Amanda: ¿La muerte? ¿Pero qué dices?
Engrancia: Aquí dice que habrá una muerte en casa de tu suegra, la viejorra de Ágata.
Amanda: A mi no me importa si la momia estira la pata, yo quiero saber sobre Diego, boba, que eres boba.
Engrancia: Calla y déjame hablar, carrizo… A ver… Alguien se va a morir, pero no eres ni tú, ni Diego ni la abuela… Es otra persona. Una mujer… una mujer madura…
Amanda: ¡Ay ya, por favor! Al grano, Engracia. (Molesta)
Engracia: Esta carta representa la pasión, el deseo, la lujuria. Estás obsesionada con Diego.
Amanda: ¿Ahora te enteras? (Mirando al techo como resignada)
Engracia: Te vas a acostar con él.
Amanda: ¿En serio? (Sonríe, abriendo los ojos como platos mirando las cartas?
Engracia: Sí, rica, sí, vamos, que te lo vas a… bueno a… ya sabes… que no veas. Te va a dar lo tuyo y lo tu prima la de Arizona. (Sonríe)
Amanda: Me encanta… ¿Cuándo, no dice ahí cuando?
Engracia: No, eso no lo sé… pero no creo que tardes mucho. Diego ya está cayendo con tus encantos. Hija es que con esas gemelas que Dios te dio, no me extraña…
Amanda: Gracias pero no me las dio Dios, mi vida… Me las pagué yo, y bien caras que me costaron, amiga, bien caras… (Se burla)
Engracia: Jajajaja.
RANCHO LARSON WEST
INT. PISCINA CUBIERTA / DÍA
Ángel, en bañador, entra a la estancia para nadar un rato a primera hora de la mañana cuando a lo lejos ve el cuerpo de su madre, flotando sin vida, en el centro de la piscina.
Ángel: (Horrorizado) ¡Mamá! ¡MAMÁAAAAAAAAA!!!!
El chico se lanza al agua y trata de sacarla, nadando hacia el borde. Escuchamos música incidental.
Ángel: ¡Mamá, reacciona, mamá! ¡MAMÁAAA!!!!
CONTINUARÁ
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