viernes, 21 de febrero de 2014

Capítulo 7: La llegada de Matías

EL PODER DEL DINERO
CAPÍTULO 7: LA LLEGADA DE MATÍAS





RANCHO LARSON WEST
INT. MANSIÓN / PISCINA CUBIERTA / DÍA
 
Al borde de la piscina, una sonriente y coqueta Amanda, vestida con un bikini rojo, mira a Diego sin pestañear, sensual y provocativa.
 
Amanda: Buenos días Diego…
 
Diego: ¿Cómo es que te levantaste tan pronto, tía? No sueles madrugar nunca… Apenas si son las 8.
 
Amanda: Ay mi rey, pasé una noche de perros… tu tío no dejaba de roncar… (Con voz de tonta) Tú sabes… (Le guiña el ojo)
 
Diego: Jajaja. Ya, ya me imagino.
 
Amanda: ¿Te importa que me meta contigo al agua? Quiero dar unas brazadas… echo de menos las playitas de Cuba. ¿Sabes?  (Se mete en la piscina, lentamente por la escalerilla)
 
Diego: Este… tía Amanda, tengo que…
 
Amanda: Ay Dieguito no me dejes sola ahora acá, por fa… que luego me aburro. Quédate y charlamos un rato. ¿Qué tal por España? Cuéntame. Apenas en estas semanas desde que volviste de allá no me has contado nada.
 
Diego: Bueno, hablé con mi jefe por teléfono y le presenté mi renuncia. Voy a quedarme en el rancho como veterinario. 
 
Amanda: Ahm… pues que bien, mi rey. (Sonríe coqueta, mojándose los labios, sugerente, sensual)
 
Diego: Y bueno… (La mirada se le va inconscientemente al escote del bikini, a los senos de Amanda) Disculpa es que acabo de recordar que tengo que… (Mirándola a la cara, ella se da cuenta)
 
Amanda: No te vayas Diego… (Se acerca a él nadando suavemente)
 
Diego: Tengo que estar con mi padre a las 9 en su despacho para hablar unos asuntos sobre el ganado y… (Nervioso)
 
Amanda: Bueno pero eso puede esperar, mi amor, aún te queda una horita. Una horita… (Coqueta) y en una horita se pueden hacer muchas otras cosas… ¿No crees? (Sensual)
 
Diego: Si, si pero… es que… Bueno, no quisiera que Germán nos encontrara acá, podría pensar lo que no es… ya le conoces.
 
Amanda: Ya no seas aguafiestas, tú tío esta bien dormido seguro no amanece hasta las 10 al menos. Mientras… tú y yo… podríamos… Bueno… (Se acerca a él más y le acaricia el cabello) Estás muy tenso, Diego… Espera que te voy a dar un masaje que te voy a dejar como nuevo mi amor… Mira ven… (Le toma la mano)
 
La rubia logra sacarle de la piscina, tomado de la mano, con la otra le acaricia el pecho como quien no quiere la cosa y seguidamente casi le obliga a tumbarse boca abajo sobre una hamaca. 
 
Diego: Tía, no es necesario, en serio… no… (Nervioso y algo incómodo)
 
Amanda: Nada, nada Diego… mira, tengo aquí unas aceites aromáticas que me regaló mi amiga Engracia que son mano de santo… Verás… túmbate boca abajo, te voy a dejar como nuevo.
 
El chico no puede negarse para no molestarla y muy a su pesar se echa en la hamaca, boca abajo, en bañador. Amanda se pone sobre él, sentada sobre su trasero y comienza a rociarle la espalda con un aceite especial. Acto seguido, la rubia inicia su particular masaje, con sensualidad y algo de erotismo. Diego, nervioso, no es capaz de reaccionar.
 
Amanda: ¿Qué tal? (Sonríe de oreja de a oreja) ¿A qué te sientes divino, mi niño? ¿Ves, ves como yo sé lo que me digo? Esto es mano de santo, mi amor, mano de santo. Te lo dice… tu tita… (Sonríe burlándose y en silencio piensa: Ay Diego… voy a conseguir que acabes en mi cama, ya lo verás…)
 
Diego: Tía ya es suficiente… ya me siento mejor. ¿Sí? 
 
Amanda: Espera… mira por aquí por el cuello tienes tensión acumulada verás… (Sigue su trabajo) y por aquí… (Bajando sus manos por la espalda hasta casi el trasero)
 
La villana está a punto de meterle mano bajo el bañador cuando Diego ya no aguanta más y se da vuelta.
 
Diego: ¡Ya, ya! ¡Gracias! (Se levanta de la hamaca)
 
Y la descarada Amanda se le queda mirando el torso, e incluso el bañador… Diego se da la vuelta, muy avergonzado. 
 
Diego: Ya tengo que irme… tengo mucho trabajo hoy. Gracias por… por el masaje. ¿Sí? (Con una fingida sonrisa)
 
El chico se marcha de la piscina cubierta rumbo a la casa nuevamente. La piscina cubierta está en una gran estancia acristalada anexa a la mansión. En la hamaca, de rodillas, Amanda habla consigo misma.
 
Amanda: ¡Maldición! (Tirando el bote de aceite al piso) Vas a ser mío, Diego, quieras o no, te lo juro. No me importa lo que tenga que hacer pero sé que lo voy a conseguir. Todos los hombres son iguales, es cuestión de darte en bandeja lo que quieres y caerás, ya lo creo que vas a caer… (Sonríe con malicia y a la vez mucha sensualidad)
 
 
INT. MANSIÓN / DORMITORIO DE DIEGO / DÍA
 
Diego entra en su cuarto y se termina de secar el cabello con una toalla, aún en bañador. El chico se siente incómodo por lo vivido en la piscina, pues Amanda es su tía y así la ha visto toda la vida. Diego deja la toalla sobre una silla y habla consigo mismo.
 
Diego: Ya, por favor Diego, no le des mas vueltas. Amanda es tu tía, jamás se le pasaría por la cabeza tener algo contigo… jamás… ¿Te has vuelto loco o que te pasa chico? Ya… ya… (Abre un armario para sacar ropa y vestirse)
 
 
INT. MANSIÓN / DESPACHO DE ÁGATA / DÍA
 
La vieja y su hijo Santiago conversan, ambos sentados a cada lado del escritorio que la villana preside. Desde aquí dirige el rancho con mano de hierro.
 
Santiago: Así que le busqué un trabajo a Ángel, en unos días se regresará a Chicago.
 
Ágata: Mejor, mucho mejor así, para que la tonta de Gloria se olvide de ese muchacho. Son primos, no puede haber nada entre ellos.
 
Santiago: Ya lo sé, mamá. Eso nunca debió pasar pero yo no lo sabía. No sabía que Ángel era mi hijo.
 
Ágata: ¡Cállate! No vuelvas a repetirlo, por favor, que me dan náuseas. ¿Cómo fuiste capaz de enredarte con la criada? ¿Con Marisa? Por Dios… qué bajo fuiste a caer… Todavía no me lo puedo creer.
 
Santiago: Lo que más siento es que Diego ahora me odia porque le fui infiel a Elisa… y le comprendo. (Triste y preocupado)
 
Ágata: Ya déjalo, se le pasará, ya lo verás. No le des importancia, el tiempo lo cura todo. Es cierto que hiciste mal engañando a tu esposa pero ya no tiene remedio. 
 
Santiago: No sé cómo hacer para que me perdone ahora.
 
Ágata: Como bien sabes, tu hijo se queda en Larson West. Va a llevar todo lo relacionado con los temas veterinarios. Ya tiene un par de ayudantes que le echaran una mano con el trabajo. La verdad, estoy muy contenta con que haya decidido quedarse con nosotros, con su familia. Allá en las Europas no pintaba nada ya.
 
Santiago: Hablando de Europa… Amanda y Germán quieren ir a Suiza a ver a Yamila este verano.
 
Ágata: No de eso nada… Yamila debe pasar este año solita allá.
 
Santiago: ¿Por qué? Sería bueno que sus padres la hicieran una visita en primavera para…
 
Ágata: Santiago, hay algo que no te he contado. Yamila no está estudiando en Zurich. Pero no puedes decirle a nadie lo que te voy a revelar. A nadie, hijo. Ni siquiera a ellos.
 
Santiago: ¿Cómo que no está estudiando? ¿Y entonces?
 
Ágata: La interné en una clínica de desintoxicación, Yamila es una adicta, una vulgar drogadicta.
 
Santiago: ¿Quéee? (Alucinado)
 
 
INT. MANSIÓN / DORMITORIO DE GLORIA / DÍA
 
Gloria: Tengo que seguir con la segunda parte del plan, tía.
 
Amanda: Pues ya estás tardando mi reina, porque tu Angelito se larga para Chicago en unos días por trabajo.
 
Gloria: Ni hablar… no pienso dejar que se largue y me deje así sin más…. Voy a hablar con la abuela. Esta noche delante de todos durante la cena voy a decir que estoy esperando un hijo de Ángel.
 
Amanda: Ok, mi niña… perfecto…. (Pensando: Maldita sea, yo pensando que era un marginal y resulta que es hijo del imbécil de Santiago! Todo me está saliendo de la patada…)
 
 
JAMESVILLE 
INT. BAR / DÍA
 
Sentados a una mesa, Diego y Paloma conversan mientras almuerzan juntos.
 
Paloma: ¿Quéee? ¿Cómo que Amanda se te insinuó, Diego?
 
Diego: Eso creo… no estoy seguro… se comportó de una forma muy rara conmigo esta mañana en la piscina.
 
Paloma: No puedo creerlo… (Alucinada)
 
Diego: Me dijo que iba a darme un masaje y no sé… no me sentí muy cómodo.
 
Paloma: Esa mujer es una cualquiera… ¡No vuelvas a dejar que te ponga un dedo encima! ¡Pero será descarada y… y puerca!
 
Diego: Jajajaja
 
Paloma: ¿De qué diablos te ríes tú ahora, ah? No le veo la gracia.
 
Diego: Estás celosa. (Sonríe coqueto)
 
Paloma: ¿Celosa yo?
 
Diego: Síiii, túuuu.
 
Paloma: Anda ya, celosa yo de una cuarentona… que para más datos es tu tía.
 
Diego: Política…
 
Paloma: ¿Oye guapo que me estás queriendo decir, eh? (Enojada)
 
Diego: Jajajjaa, es broma, tonta. 
 
Paloma: No me hables más de esa golfa que me pone negra. Habrás he visto, ahí metiéndole mano al sobrino la muy… Agggg (Asqueada)
 
Diego: Yo la corté, no pasó nada más, te lo prometo.
 
Paloma: No tienes por qué darme explicaciones… Amanda es una… una… una…. 
 
Diego: ¿Una…? (Se burla)
 
Paloma: ¡Ay ya, calla tonto, jajaja!
 
Diego: Jajajaja.
 
Paloma: Que asco por favor… que tipa más aggg…. Si tiene pinta de buscona, de… ay por favor.
 
Diego: Bueno ya, olvídala, mejor no te hubiera contado nada.
 
Paloma: No, me gusta que me lo hayas dicho.
 
Diego: ¿Por qué? ¿Para montarme una escena de celos por mi tía? 
 
Paloma: No te enojes, Diego… 
 
Diego: No si no me enojo, no pasa nada pero…
 
Paloma: Es que… ay es que… sentí celos, sí lo admito, me puse celosa de ella.
 
Diego: Amanda es mi tía, Paloma, además es 13 años mayor que yo. 
 
Paloma: Eso no tiene que ver… de sangre no son nada. 
 
Diego: ¿Y tú crees que yo si tendría algo con mi tía? Estás loca… (Bebiendo un vaso de coca cola)
 
Paloma: No lo sé… (Preocupada) Tú me gustas Diego y… tengo miedo que venga otra y te guste más que yo. Además, tú siempre me dices que no te quieres enamorar pero a lo mejor… no sé, para pasar el rato… pues… Amanda…
 
Diego: ¡Bueno ya, ya basta! 
 
Paloma: No me regañes… (Melosa)
 
Diego: No me enfado pero ya está bien, por favor. 
 
Paloma: Lo siento… (Triste)
 
Diego: No te pongas así, te dije que no pasó nada. NA-DA.
 
Paloma: Está bien, te creo. Además yo no soy quién para meterme en tu vida, no somos nada.
 
Diego: Somos casi familia. Tu hermana es mi tía. Creí que tú y yo éramos amigos, Paloma.
 
Paloma: Pero yo no te puedo ver como un amigo, Diego. Para mí eres algo más que eso.
 
Diego: ¿Qué soy para ti?
 
En ese momento, la chica no se contiene y le toma de las mejillas para darle un tierno, dulce y a la vez apasionado beso a Diego. El chico se deja llevar. Escuchamos el estribillo de la canción de la novela (Entrégate – Luis Miguel). Ambos siguen besándose. Paloma se come su boca a besos cada vez más y más intensos pues está enamorada de él, se ha enamorado sin apenas darse cuenta. Diego se deja besar pero corresponde a los besos con la misma intensidad. La morena se retira y…
 
Paloma: ¡Lo siento, perdón…. Yo! (Se levanta de la silla y toma su bolso)
 
La joven se marcha corriendo del bar.
 
Diego: ¿A dónde vas Paloma? ¡Paloma! (Sin tiempo a reaccionar)
 
 
RANCHO LARSON WEST
INT. MANSIÓN / SALÓN / DÍA
 
Gloria: ¿Qué? ¿Qué dices tía Amanda? ¿Estás drogada?
 
Amanda: Ay mi niña, no digas nada de esto a nadie… por favor te lo pido.
 
Gloria: Vi como le dabas un masaje a Diego pero jamás me imaginé que… ¡Estás enferma! (Enojada)
 
Amanda: ¡Cállate! ¡Cállateee! (Histérica) 
 
Gloria: No puedo creerlo… Diego es tu sobrino, es mi primo. ¡Estás loca!
 
Amanda: Pero me gusta, me vuelve loca, sí, loca de amor, de deseo. ¡Me tiene que no sabes como me tiene! 
 
Gloria: Ya, ya lo veo… no hace falta que me digas… (Horrorizada)
 
Amanda: Por favor, Gloria, no le digas nada de esto a nadie, a NA-DI-E. Nadie puede saberlo.
 
Gloria: ¿Diego te corresponde? 
 
Amanda: No lo sé, todavía no pero…
 
Gloria: Ay tía… tía… Si se entera mi tío Germán…. Te va a matar, los mata a los dos.
 
Amanda: No se tiene por qué enterar, al menos no todavía. Gloria, ¿tú sabes si Diego tiene novia? O no sé… alguna relación…. (Voltea dándole la espalda a su sobrina)
 
Gloria: No, no tiene pero… bueno hay una chica que gusta de él.
 
Amanda: ¿Quién? Necesito saber quién es mi rival, alguna golfa, seguro…
 
Gloria: Es mi tía Paloma… (Preocupada)
 
La rubia se da la vuelta repentinamente mirándola.
 
Amanda: ¿Quéeee? (Alucinada, furiosa y sorprendida) ¿Esa naca está detrás de mi Diego? No puede ser… (Rabiosa) ¡Ni hablar! Esa estúpida no me va a quitar a Diego, eso si que no.
 
La inocente Gloria se queda muda y asustada al ver la reacción de su tía. Gloria se marcha y la deja sola en el salón. Amanda, furiosa, agarra un jarrón y lo bota contra el piso de la rabia. La pieza se hace añicos.
 
 
EXT. MANSIÓN / JARDINES / DÍA
 
El pequeño Iván, bien abrigado, se encuentra jugando en el jardín, con unos camiones y muñecos de plástico. Su primo Diego aparece pues regresa a la casa.
 
Diego: ¿Qué haces primo? (Sonríe tierno)
 
Iván: Aquí Diego, mira… este es mi rancho. (Le muestra todos los juguetes)
 
Diego: Wow, tienes de todo… ¿Y este tractor? 
 
Iván: Me lo compró la abuela. Todos los juguetes me los han traído hoy.
 
Diego: ¿En serio?
 
Iván: Sí, mira… tengo vacas, caballos, coche, arado… peones… Está genial. (Sonríe feliz)
 
Diego: Iván… (Se agacha a hablar con él)
 
Iván: ¿Sí Diego?
 
Diego: ¿No echas de menos a tu mamá? 
 
Iván: Sí… (Triste)
 
Diego: En unos días será su juicio, ella quiere verte antes. 
 
Iván: Y yo… pero la abuela no me deja ir.
 
Diego: Pero debes ir. Eva es tu mamá y nada la haría más feliz. Tú sabes que es inocente, ella no mató a Javier.
 
Iván: Lo sé… pero la abue dice que…
 
Diego: Olvídate de la abuela, hazme caso a mí. ¿Cuándo te he mentido yo, ah? (Sonríe)
 
Iván: Vale… iré (Sonríe) No importa lo que diga la abuela.
 
Diego: Así se habla, campeón. (Le toca el cabello y se va)
 
Iván: ¡Ey, ey… vamos, arreando al ganado, eyyy! (Sigue jugando)
 
 
INT. MANSIÓN / DESPACHO DE SANTIAGO / DÍA
 
Santiago y su hermano Germán hablan sobre Eva.
 
Santiago: Ya se viene el juicio, Germán.
 
Germán: Ya, por favor no me aburras con lo de Eva. ¿Quieres? Si vine es para decirte que…
 
En ese instante son interrumpidos. Alguien toca a la puerta.
 
Santiago: ¿Sí, adelante? 
 
Un misterioso hombre entra en el despacho, un hombre mayor, de edad algo avanzada, pelo muy canoso casi blanco. Él es Matías (Robert de Niro)


 
Matías: Buenas tardes… ¿Santiago Larson?
 
Santiago: Sí, soy yo… ¿Y usted es?
 
Matías: Me llamo Matías… Matías . La empleada de servicio me dejó pasar. Venía a hablar con usted.
 
Santiago: OK, usted dirá…
 
Germán: Con permiso, les dejo solos, voy a ver a Amanda, Santi.
 
Santiago: Está bien hermano, hasta luego. (Germán se va y cierra la puerta)
 
Matías: Vine por un asunto de negocios… (Serio)
 
Santiago: Por favor, tome asiento. ¿Quiere un café, una copa?
 
Matías: No gracias, estoy bien así. Además ya no bebo.
 
Santiago: Eso está bien… 
 
Ambos se sientan a cada lado del escritorio y…
 
Santiago: Bueno pues…. Usted dirá.
 
 
MADISON
INT. PRISIÓN ESTATAL / SALA DE VISITAS / DÍA
 
A través de un cristal, sentadas a una mesa, Paloma y su hermana Eva, conversan.
 
Paloma: Vamos a sacarte de aquí, Eva. Te lo juro.
 
Eva: Eso espero, no aguanto un día más aquí. ¿Cómo están mis hijos?
 
Paloma: Iván regular… pero bueno… la bruja no ha logrado lavarle el cerebro todavía. Eso me dijo Diego en el bar del pueblo. Pero Gloria… 
 
Eva: ¿Qué pasa con ella?
 
Paloma: Gloria se enredó con el otro hijo de Santiago, con Ángel. ¿Recuerdas que te conté?
 
Eva: No puede ser… pero si son primos.
 
Paloma: No lo sabían pero aún así… se acostaron.
 
Eva: ¡Esa niña me va a matar a disgustos! ¡Me tiene harta! 
 
 
RANCHO LARSON WEST
INT. MANSIÓN / DESPACHO DE SANTIAGO /  DÍA
 
Santiago: Sí, me parece buen negocio.
 
Matías: Tengo tres yeguas que me gustaría cubrir con uno de sus sementales. Me han dicho que son los mejores del estado de Wisconsin. 
 
Santiago: Modestia aparte, sí. (Sonríe)
 
Matías: ¿Entonces tú eres el mayor no? ¿El hijo de Ágata y Richard Larson, cierto?
 
Santiago: Sí, así es, cumpliré 52 en octubre. Germán es tres años menor que yo.
 
El viejo Matías comienza a hacer cuentas en su cabeza… y se sorprende.  
 
Matías: Vaya… veo que naciste prematuro… En aquella época fue noticia el matrimonio de tus padres, fue muy comentado.
 
Santiago: Parece que… bueno, se comieron el pastel antes de la boda, jajajaja.
 
Matías: Sí, jajajajaa (Pensando: No puede ser lo que estoy creyendo…)
 
 
En ese instante, Diego entra al despacho, tras tocar a la puerta.
 
Diego: Papá, venía a decirte que… Perdón, perdón, veo que estás ocupado.
 
Santiago: No, para nada, pasa, hijo, pasa. (El chico entra al despacho)
 
Don Matías y Santiago se levantan para saludar a Diego.
 
Santiago: Mira Diego te presento a Matías, se dedica a la cría de caballos. Está interesado en nuestro semental para cubriciones.
 
Matías: Encantando, Diego. ¿Así que tú eres hijo de Santiago?
 
Diego: Sí… lo mismo digo, el placer es mío, señor. (Sonríe, se dan la mano)
 
Matías: Bueno… pues.. si me disculpan… voy a saludar a doña Ágata ya que estoy acá. Hace años y años que no la veo.
 
Santiago: Perfecto, mientras Diego y yo vamos a tratar asuntos del ganado. Nos vemos más tarde.
 
Matías: Con permiso…. (Se va, cerrando la puerta)
 
Diego: Simpático el abuelo… ¿Eh?
 
Santiago: Sí, la verdad parece buen tipo.
 
 
INT. MANSIÓN / DORMITORIO DE ÁNGEL / DÍA
 
El chico se encuentra haciendo su maleta pues pronto se irá a Chicago de nuevo a trabajar en una empresa de informática. En ese momento le llaman por teléfono móvil. Ángel toma la llamada y…
 
Ángel: ¿Sí, díga?
 
Voz: Ángel… ¿Eres tú?
 
Ángel: Sí, ¿Nos conocemos?
 
Voz: Yo a ti sí, pero tú a mi no. Tengo algo que decirte, es sobre tu abuela.
 
Ángel: ¿Sobre doña Ágata? (La llamada se corta) ¿Bueno? ¿Bueno? ¿Holaaa?
 
 
INT. MANSIÓN / DESPACHO DE ÁGATA / DÍA
 
Ágata: No puede ser… (Horrorizada) ¡Tú! ¡Túuuuu! (Rabiosa)
 
Matías: Así es… soy yo, Agatita. Matías. (Desafiante)
 
Ágata: ¿Cómo te atreviste a venir a mi casa, cómo? (Furiosa)
 
Matías: Vine a hacer negocios… hablé con Santiago. Ahora tengo caballos, no soy el muerto de hambre que creías que sería toda mi vida.
 
Ágata: No sé de que me hablas… (Se hace la sueca)
 
Matías: ¿Ah no? ¿Quieres que te recuerde lo que pasó hace más de 50 años, eh? ¿Quieres?
 
Ágata: Estas loco, vete de mi rancho, viejo senil… ¡Largo! 
 
Matías: No me da la gana, de aquí no voy a mover hasta que no me admitas en mi cara toda la verdad.
 
Ágata: ¿Qué verdad ni que nada? 
 
Matías: Lo sé todo… mentirosa… aparte de interesada y mala, eres una embustera. Seguramente has engañado a toda tu familia durante décadas, desgraciada.
 
Ágata: ¡Cállate, cállate! (Furiosa e histérica)
 
Matías: ¡Me abandonaste para casarte con el millonario de Richard Larson, desgraciada!
 
Ágata: !Cállate y haz el favor de irte de mi casa Matías! ¿A qué viniste? Pensé que habías muerto.

Matías: Estoy más vivo que nunca y te juro que te voy a destruir, maldita. Sé que Santiago es mi hijo, !Mi hijo! !Diego es mi nieto, mi nieto! Ninguno de ellos es un Larson y lo sabes!! Pero esto no se va a quedar así, por supuesto que no.

 
Ágata: No te atrevas a hablar… no te atrevas Matías. 
 
Matías: Tengo todo el derecho… todo.
 
Ágata: Santiago nació a los siete meses de casarme, no es tu hijo. ¡No lo es!
 
Matías: ¡Sí lo es! Tiene mis ojos, incluso Diego se parece a mí cuando era joven. ¡No lo niegues! ¡A ellos les habrás hecho creer lo que te diera la gana pero a mi no me engañas!

Tras la puerta, Diego no puede creer lo que acaba de oir...


 
 
CONTINUARÁ

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