EL PODER DEL DINERO
CAPÍTULO 23: LA BODA DE SANTIAGO
MESES DESPUÉS
CHICAGO, ILLINOIS
INT. / HOLY NAME CATHEDRAL / DÍA
En el interior de la catedral católica de Chicago, frente al altar mayor y ante casi 300 personas, Santiago Larson y Fedora Henderson contraen matrimonio en una ceremonia oficiada por el arzobispo de la capital.
Al enlace asisten familiares y conocidos de la pareja. La madrina es, no podía ser menos, doña Ágata, madre del novio. Como era de esperar, muy elegantemente vestida en traje de chaqueta en color rojo con una pamela a juego. El padrino de la pareja es Diego, hijo de Santiago.
En los bancos de primera fila están Valery, la ahora novia de Diego y hermana de Fedora. Vemos a Ernesto, el primo de Diego por vía materna; así como Braulia, la dicharachera criada de la familia, quién también ha sido invitada a la boda. También vemos a Germán y su hija Yamila, recién llegados de Suiza. No podía faltar Ángel, el hijo que Santiago tuvo con la difunta Marisa.
Pero hay grandes ausencias. Ni Eva, ni Paloma, ni Iván, han acudido a la catedral de Chicago hoy a pesar de haber sido invitados por Santiago. El tiempo ha pasado para todos, tres meses en los que muchas cosas han cambiado, mientras que otras siguen igual… ¿Qué habrá sido de todos ellos?
Arzobispo: Puede besar a la novia. (Sonríe, mirando a los recién casados)
Fedora: Te amo, Santiago. (Vestida de blanco, sonríe)
Santiago: Y yo a ti, mi amor. (Se besan)
Ágata: Enhorabuena hijo. Les deseo lo mejor, Fedora, cariño, dame dos besos, mi reina. (Sonríe, Fedora y su ahora suegra se saludan de besos en las mejillas)
Fedora: Muchas gracias, doña Ágata.
Diego: Felicidades, papá, Fedora… (Sonríe)
Santiago: Gracias Diego… ¿Dónde está tu hermano Ángel?
Diego: Allá en aquel banco (Le indica). Está platicando con Yamila y tío Germán.
Ágata: Bueno pues ya no queda más que ir saliendo de la catedral que ya todos tenemos ganas de comenzar el banquete y la fiesta en Larson West. ¿Verdad?
En ese momento, Valery se acerca a los recién casados y toma del brazo a Diego.
Valery: ¡Felicidades hermanita, Santiago! (Sonríe) Diego, mi amor… (Le da un beso en los labios)
Diego: ¡Valery! Jajaja.
Ágata: Hija, le has dejado la boca pintada, mujer… Jajaja.
Valery: ¡Perdón! ¡Fue de la emoción!
Fedora: ¿Y ustedes no se animan, Valery?
Santiago: Eso digo yo, hijo… ¿Para cuándo su boda, ah?
Diego: Es pronto para eso papá… llevamos muy poco tiempo de novios.
Valery: No te preocupes Santiago, de que convenzo a Diego, lo convenzo, ya verás. (Sonríe)
Ágata: Bueno, vámonos que ya toda la gente ha ido saliendo a la calle… El día está espléndido en Chicago, hace un sol…
Todos se marchan, doña Ágata se despide del arzobispo y sale la última de la iglesia.
NUEVA YORK, NY.
INT. / CASA MENDOZA, COCINA / DÍA
Eva, Paloma, César, Claudia e Iván conversan mientras almuerzan sentados a una mesa redonda. Todos hablan entre sí menos Paloma.
Eva: Hoy era la boda de Santiago con la tal Fedora Henderson, César.
César: ¿Y que no las invitaron al bodorrio ese a ustedes o qué?
Eva: Sí, pero ni Paloma ni yo quisimos ir. Es mejor así. ¿Volver a ver la jeta a la bruja de Ágata Larson? Ni hablar…
César: Jajajaja.
Pero Paloma no habla, sigue en silencio…
Claudia: ¿Y tú Paloma no dices nada, cuñadita? (Todos la miran)
Paloma: ¿Sí, perdón?
Iván: Tía, despierta que estás dormida, jajaja.
César: Jajaja. Eso es el bebé que no la deja pegar ojo por las noches, Iván. (Sonríe)
Eva: ¿Te pasa algo Paloma? ¿Estás bien?
Paloma: No, nada… César tiene razón, duermo poco… Daniel es muy inquieto.
Claudia: Ese bebé nos tiene locos a todos, jejeje, pero es un amor de niño. Ya pronto cumple un mesecito.
César: Bueno familia, yo les dejo que tengo que ir abrir el locutorio, nos vemos en la noche. (Se levanta de la silla)
Claudia: Luego más tarde voy a verte y me paso la tarde allá contigo, cariño.
César: Ok, mi amor. Te quiero. (Se besan)
Claudia: Y yo a ti.
Iván: ¡Chao tío!
Eva: Hasta luego, César.
Mientras César se va cerrando la puerta tras de si, Eva se le queda mirando a Paloma, la joven no dice nada, sigue en silencio, como inmersa en sus pensamientos.
Claudia: ¿Me ayudas a recoger la mesa, Iván?
Iván: Claro, tía, pero fregar friegas tú. ¿Eh? (Se burla)
Claudia: Jajaja, que malo eres… Anda, échame una mano.
El niño y Claudia se levantan de la mesa y van recogiendo platos, vasos, etc…
Paloma: Voy a acostarme un poco, estoy cansada. Anoche apenas pude dormir.
Eva: OK, espera que te acompaño y te abro la cama, por cierto, mira la hora que es, ya toca el biberón de Daniel.
Paloma: Sí, es cierto…
RANCHO LARSON WEST
EXT. / MANSIÓN, JARDINES / DÍA
Toda la familia Larson, así como decenas de amigos y otros familiares degustan del banquete de bodas. Hay muchas mesas dispersas por el gran jardín, atendidas por varios meseros contratados para el enlace. A la gran mesa principal están sentados Santiago, Fedora, doña Ágata, Diego, Valery y Germán. En otra de las mesas están Ángel, Yamila, Ernesto y Braulia.
EXT. / MESA PRINCIPAL / DÍA
Diego: ¿Y dónde van a vivir al final, papá? ¿Aquí o en el rancho Henderson?
Santiago: Acá en Larson West. Fedora prefiere que vivamos aquí en familia.
Ágata: Perfecto, y tiene razón. La familia debe permanecer siempre unida y el día que tú Diego, te cases con Valery, también vivirán aquí en el rancho. ¿Verdad, mi niña?
Valery: Por supuesto, doña Ágata, por supuesto.
Diego: Bueno, todavía falta mucho tiempo para eso, abuela… Apenas llevamos dos meses juntos…
Germán: Yamila y yo nos vamos mañana de vuelta a Zurich, mamá.
Ágata: ¿Ya tan pronto? Hijo, pensaba que se iban a quedar más tiempo…
Germán: La niña conoció un chico por allá y bueno ya sabes como son los jóvenes… Aparte ha encontrado trabajo y está perfeccionando mucho el alemán.
Diego: Me alegro que mi prima haya rehecho su vida y dejado las drogas.
Santiago: Lo mismo digo, la verdad la he visto mucho mejor, tiene mejor color de cara y todo.
Fedora: Nosotros mañana nos vamos también de viaje.
Ágata: ¿Dónde van a ir de luna de miel al final, hija? ¿Qué decidieron? ¿Brasil o Hawaii?
Santiago: Nos vamos a Hawaii por dos semanas, mamá.
Valery: ¡Wow, Hawaii! Qué envidia… ay a mi me encantaría hacer un viaje así… A ver si Diego se anima y nos vamos también unos días a un sitio así bien exótico de estos…
Diego: No puedo tomarme vacaciones ahora, Valery, hay mucho trabajo en el rancho.
Ágata: Es cierto… pero después del verano seguramente puedan darse unas merecidas vacaciones. No se preocupen.
EXT. / MESA 2 / DÍA
Ángel: ¿Y cómo te va en Suiza, prima?
Yamila: Bien, hasta novio me he echado, Ángel. Estoy muy contenta por allá la verdad… ¿Y ustedes que se cuentan?
Ernesto: Bueno yo ahora no salgo con nadie… pero nunca estoy sólo. Tú sabes… (Le guiña el ojo)
Yamila: Jajaja, ya me imagino, Ernesto… ¿Y tú Ángel? ¿Qué es de tu vida?
Ángel: Llevo apenas un par de meses saliendo con una chica, una compañera de trabajo en la empresa de informática donde estoy en Chicago.
Braulia: Aquí todos tienen pareja menos yo… cónchale… que mala suerte la mía… Al final me voy a quedar para vestir santos…
Yamila: Jajajaja. Ay Braulia, no te aflijas, verás como pronto llega alguien para tí, mujer.
Ángel: Claro Braulia, no estés mal… Además, mira aquí tienes a Ernesto, solterito y sin compromiso… (Se burla)
Ernesto: ¡Ángel! (Molesto)
Braulia: ¿Qué me dices, papacito rico? (Mirando a Ernesto) ¿No te apetecería probar este bombón tropical caribeño rico divino? (Sonríe con vanidad)
Yamila y Ángel: Jajajaja.
Ernesto: ¡Braulia, por favor!
Braulia: ¡Ay pero que desabrido es usted, demonios!! (Sonríe como boba)
NUEVA YORK, NY.
INT. / CASA MENDOZA, DORMITORIO DE PALOMA / DÍA
Eva le da el biberón a su sobrino Daniel, el hijo de Paloma y Diego, que ya tiene un mes de edad. Paloma se acuesta en la cama, mientras Eva termina de alimentar al bebé sentada en una silla junto a la cama.
Paloma: Llevo días con dolor de cabeza, Eva… no duermo bien por las noches.
Eva: Eso es por el niño… es que a estas edades son muy guerreros algunos… no te preocupes.
Paloma: Hicimos bien en no ir a la boda de Santiago a Chicago… no quería volver a rencontrarme con Diego, Eva.
Eva: Pero él no sabe que tuvo un hijo… no sabe que no lo perdiste aquel día en el hospital.
Paloma: Tú sabes que si le mentí fue porque estaba dolida con él, por su traición, por su engaño.
Eva: Pero el bebé no tiene la culpa, Eva. No puedes negar al pobrecito Daniel el que conozca a su papá. Diego es su padre, hermana, tiene derechos.
Paloma: Lo sé, pero ha pasado mucho tiempo y ahora no me atrevo a confesarle la verdad…
Eva: ¿Por qué no? Nunca es tarde… deberías telefonearle y… (Se levanta de la silla y de pie se coloca al bebé recostado al hombro para que eche los gases)
Paloma: No… a poco y quiera quitarme a mi hijo, ni hablar. Nunca le voy a decir la verdad.
Eva: ¿Y qué piensas hacer cuando Daniel crezca y comience a hacer preguntas? ¿Qué le has a decir, Paloma?
Paloma: Que su padre murió y que fui madre soltera, eso le diré.
Eva: ¡Paloma! ¿Pero te has vuelto loca? ¿Cómo le vas a decir que está muerto? Definitivamente tú perdiste el juicio, chica.
RANCHO LARSON WEST, WISCONSIN
INT. / MANSIÓN, DORMITORIO DE DIEGO / NOCHE
Diego observa en una estantería un portarretratos con la foto de Paloma, su ex novia, con quién rompió meses atrás por un malentendido como recordarán…
Diego: ¿Qué será de ti, mi amor? ¿Qué estarás haciendo ahora? (Tocando la foto, triste)
En ese momento tocan a la puerta, es Braulia.
Braulia: Disculpe, joven Diego… Tiene una llamada…
Diego: ¿Una llamada? ¿A estas horas de la madrugada? Pero qué… (Enojado)
Braulia: Yo ya estaba por irme a dormir después del fiestorro de la boda pero… bueno si quiere le digo a esa persona que…
Diego: ¿Quién es?
Braulia: No lo sé, no me dijo… Sólo me dijo que quería hablar con usted, sonaba a voz de señora mayor.
Diego: ¿Una mujer mayor?
Braulia: Una vieja chocha, vamos… (Se burla)
Diego: Qué raro… Voy…
Braulia: OK, joven…
Ambos se van, Braulia cierra la puerta.
INT. / MANSIÓN, SALÓN / NOCHE
Diego llega al salón y contesta al teléfono, de pie, junto a una mesita.
Diego: ¿Sí, bueno?
Esther: Buenas noches, Diego…
Diego: ¿Sí, quién es?
Esther: Soy tu abuela, tu abuela Esther. (Desde su casa en Chicago)
Diego: ¿Abuela? Pero… (Sorprendido)
Esther: Necesito hablar contigo personalmente, hijo… hace un tiempo fui por dos veces al rancho pero esa bruja de Ágata Larson nunca me dejó verte, siempre que llamaba me colgaba el teléfono. Al final hoy tuve suerte que me atendió la criada.
Diego: Llevo años sin saber de ti abuela… te largaste a Francia cuando yo apenas era un niño… ¿Qué quieres ahora?
Esther: Abrirte los ojos, Diego, no voy a permitir que esa maldita mujer te envenene el alma. Ágata Larson es una víbora y una mala persona.
Diego: Abuela… por favor, son las 2 de la madrugada, no estoy para tus tonterías y pleitos con mi abuela Ágata…
Esther: Escúchame y déjame hablar, leñe. Te espero mañana en la cafetería del hotel de Jamesville a las 6 de la tarde.
Diego: Está bien, allí estaré…
Esther: Chao, mi niño, hasta mañana. (Ambos terminan la llamada)
Diego: ¿Quién lo diría? Esther Delacroix volvió de París… Increíble… ¿Qué tripa de le habrá roto ahora a esta?
AL DÍA SIGUIENTE
NUEVA YORK, NY.
INT. / CASA MENDOZA, CUARTO DE BAÑO / DÍA
César y Claudia se besan en el cuarto de baño, encerrados, sin que nadie les pueda ver. El chico acaba de salir de la ducha en toalla y su novia y él se comen la boca a besos.
César: Te quiero…
Claudia: Ay César, no podemos seguir así, mi amor. Necesitamos un sitio para nosotros solos…
César: Lo sé Claudia pero no encuentro ningún departamento que podamos pagar entre los dos acá en Queens. Tal vez en Brooklyn… no sé…
Claudia: Entiéndelo, César… Aquí con tus hermanas, tus sobrinos… pues… A veces hasta me da miedo que nos oigan por las noches…
César: Ya imagino y más con lo poco discreta que tú eres… (Se burla)
Claudia: ¡César!! (Enojada, le pega en el pecho)
César: Jajajaja, es broma, tonta.
En ese momento, Eva cruza por el pasillo y escucha la risa…
Eva: ¿César? (Tocando a la puerta del baño)
César: ¿Sí? Dime Eva.
Eva: ¿De qué te ríes, bobo? (Sonríe)
César: Nada, es que Claudia me…
Claudia (en voz baja): ¡Tchisstttt!! ¿Estás loco? (Avergonzada, contiene la risa)
César: Es que Claudia me llamó por teléfono que fuera a llevarle una carpeta al colegio donde chambea, tú sabes.
Eva: Esa chica siempre tan despistada… Bueno, yo me voy al locutorio. Iván ya se marchó para la escuela.
César: Ok, yo acabo de ducharme… ¿Y Paloma?
Eva: Está a dar un paseo con el bebé a Manhattan, se fue en el metro, hoy hace muy buen día. Bueno, te dejo que se me hace tarde, nos vemos a la hora de comer.
César: ¡Chao! (Y en voz baja) ¿Has oído eso, mi amor? (Mirándola a los ojos)
Claudia: No César, ni hablar… no estarás pensando en… (Avergonzada)
César: En que te voy a comer enterita a besos y lo vamos a hacer en la ducha toda la mañana, mi amor… (Se besan)
Claudia: ¡César! ¡Jajajaja!
JAMESVILLE, WISCONSIN
INT. / HOTEL DE JAMESVILLE, CAFETERÍA / DÍA
Diego espera sentado a una de las mesas de la cafetería, tomándose un café con leche. En esto que su abuela Esther llega al lugar, muy elegante, vestida de azul.
Esther: Hola Diego… (Sonríe)
Diego: ¿A… abuela? (Se levanta de la silla y se miran)
Esther: ¿Cuántos años verdad, mi amor? (Sonríe) ¿Qué, no le vas a dar un beso a tu abuela o qué, ah?
Diego: ¡Perdón! (Se besan en las mejillas) Siéntate… La verdad si es mucho tiempo, no esperaba volver a verte.
Ambos toman asiento y, frente a frente…
Esther: Si me fui a Francia fue por motivos personales que ahora no vienen al caso. Vine para hablar contigo muy seriamente.
Diego: Bueno, tú dirás…
Esther: Ágata Larson no es la inocente palomita que todos creen, hijo… yo sé muchas cosas de esa mujer y muy pronto voy a reunir las pruebas suficientes para desenmascararla delante de todos, de ti el primero.
Diego: No entiendo de qué hablas, abuela… Sé que toda la vida ella y tú no se han llevado bien pero…
Esther: ¿Llevarnos bien? Por favor hijo, no digas bobadas… No la puedo ni ver. Esa mujer es peor que una barracuda… Es más, sé que ella tuvo que ver con la muerte de mi hija, de tu madre.
Diego: ¿Qué? ¿Pero qué estás diciendo? ¿Te volviste loca o qué?
Esther: ¡Cállate y escúchame, con un demonio! Ágata Larson es una traidora, una vulgar muerta de hambre que se casó con tu abuelo Richard sólo por su dinero y...
Diego: Si me vas a contar todo el pasado de mi abuela Ágata, pierdes el tiempo… ya me lo sé.
Esther: Cuando tu madre y tu padre sufrieron aquel asalto durante ese viaje a Colombia en el que Elisa perdió la vida, al poco tiempo descubrí que había gato encerrado.
Diego: Mira abuela… yo sé que odias a mi abuela Ágata, pero no te voy a permitir que difames su nombre y menos inventando algo tan serio y tan fuerte como un asesinato. ¿Pero te has vuelto loca o que te pasa, eh?
Esther: Está bien, no me creas… pero pronto voy a quitarle la careta a esa arpía. Aún estoy reuniendo pruebas con ayuda de un detective privado como te dije pero necesito tiempo, por eso te pido no le digas nada a esa bruja de que me has visto ni que has hablado conmigo. ¿Entendiste?
Diego: Estás loca, definitivamente perdiste la cabeza…
Esther: Ahora tengo que irme… nos vemos pronto. (Se levanta de la silla)
Diego: ¿Ya te vas, así, sin más? (Extrañado)
Esther: Tengo previsto un viaje de negocios a Seattle, tú sabes, sigo con mi cadena de joyerías…
Diego: La verdad no entiendo para qué me has citado aquí hoy…
Esther: Tú sólo haz lo que te he dicho, no le digas nada a Ágata. (Pensando: Porque voy a hacerle pagar todos sus crímenes de una vez por todas a esa maldita zorra...)
Diego: Bueno, cuídate, que tengas buen viaje, abuela… (Se besan de nuevo en las mejillas)
Esther: Chao, mi amor… nos vemos pronto. (Se despide con la mano y se va de la cafetería)
NUEVA YORK, NY.
EXT. / CENTRAL PARK / DÍA
Paloma pasea con un cochecito de bebé. En su interior, dormidito, va el pequeño Daniel. La joven mira el estanque, los árboles, las flores, la gente caminando… Paloma se detiene y se sienta en un banco. La chica habla consigo misma.
Paloma: ¿Qué será de ti, Diego? ¿Habrás rehecho tu vida? ¿Te habrás olvidado ya de mí? Me muero por saber de ti pero no puedo… no debo… (Triste)
En ese momento el bebé se despierta y comienza a llorar. Paloma se levanta del banco para atenderlo en el cochecito.
Paloma: ¿Tienes hambre eh, comilón? (Sonríe dulce) Ven con mamá… (Sacando el niño del cochecito, le da un beso en la frente) ¿Quién te quiere a ti, ah? ¿Quién? (Le besa de nuevo) A ver… (Buscando en el interior de un gran bolso, junto al cochecito)
RANCHO LARSON WEST
EXT. / MANSIÓN, JARDINES / DÍA
En la gran piscina, Diego da varias brazadas nadando de un extremo al otro. En ese momento es interrumpido por Valery quién acaba de llegar al rancho.
Valery: Buenas tardes, guapetón…
Diego: Hola Valery… (Se detiene en el agua)
Valery: ¿Sabes algo de mi hermana y de Santiago? ¿Habrán llegado ya a Hawaii?
Diego: No, no han llamado aún, es pronto, imagino todavía les faltan algunas horas para aterrizar en Honolulú.
Valery: ¿Y tu abuela? ¿Dónde anda doña ordeno y mando, dueña y señora de Larson West, ah? (Se burla)
Diego: Está en la casa… (Saliendo de la piscina por la escalerilla)
La joven se le queda mirando y se muerde el labio con deseo… Valery se le acerca, Diego toma una toalla de una hamaca y se seca el cabello.
Valery: Ay Diego… no me hagas esto… papacito… (Le roba un beso en los labios)
Diego: Valery… aquí no, que nos pueden ver… (Incómodo)
Valery: Ya llevamos dos meses y todavía no nos hemos acostado, mi rey… Ya va siendo hora que tú y yo… (Le dice algo al oído)
Diego: Sí, lo sé, lo sé pero… aún es pronto para eso…
Valery: No me irás a decir que sigues pensando en la naca esa de Paloma… ¿Verdad? (Molesta)
Diego: Por favor, no empieces con lo mismo… otra vez no. Cada vez que te digo algo mencionas otra vez a esa mujer. Te dije que no quiero saber nada de ella.
Valery: Pues ya va siendo hora de que la olvides, Diego, no puedo estar esperando toda la vida.
Diego: Me dijiste que lo harías, que esperarías a que yo estuviera preparado para iniciar algo en serio.
Valery: Pero ya han pasado tres meses, Diego, ya es hora de que pases página y sigas adelante conmigo. En este tiempo te he demostrado estar a tu lado en los buenos y malos momentos. ¿Qué más quieres que haga?
Diego: Lo sé, Valery, lo sé, y te lo agradezco pero… en el corazón no se manda, no puedo obligarme a sentir más de lo que siento, dame tiempo.
Valery: No te obligo a nada, sólo a… (Acariciándole el cuello) que tengamos sexo, mi amor… como todas las parejas. Eres hombre y tienes necesidades… (Le pasa la mano por el pecho con deseo)
Diego: Valery… por favor… (Nervioso)
Valery: Sé que me deseas, que te vuelve loco mi cuerpo como a mí el tuyo…
Diego: Claro que me gustas, Valery, me encantas… y lo sabes.
Valery: Entonces no se hable más… quiero que hagamos el amor, quiero sentirte, quiero ser tuya, Diego.
Diego: Está bien… te prometo que voy a olvidarme de Paloma y voy a estar contigo, de verdad.
Valery: ¿En serio, mi vida? (Sonríe contenta) ¿Te parece si nos vamos de fin de semana a Montreal? Me han dicho que es una ciudad preciosa…
Diego: Me encantaría conocer Canadá…
Valery: Y de paso… aprovecharíamos esa escapadita para estar juntos, solos tú y yo… me muero por ser tuya Diego, porque me hagas el amor. (Le besa, le come la boca a besos, él se deja llevar)
RANCHO LARSON WEST
INT. / MANSIÓN, DESPACHO DE ÁGATA / DÍA
La villana conversa con su hijo Germán, ambos frente a frente a cada lado del escritorio. Doña Ágata se toma una copa de ginebra, Germán una de coñac.
Ágata: Así que ya ves hijo… todo marcha viento en popa. Fedora ahora casada con Santiago, Valery pronto lo hará con Diego… eso no lo dudes.
Germán: Por fin el rancho del viejo Paul Henderson va a ser nuestro, mamá, nuestro.
Ágata: El sueño de toda una vida cumplido… al menos en parte. La tonta de Fedora se va a quedar a vivir aquí en Larson West. Es un poco bobita pero…
Germán: Bueno, yo ya tengo que dejarte, voy a ver si Braulia tiene listas nuestras maletas. Yamila y yo nos vamos a Chicago en un par de horas.
Ágata: ¿A qué hora sale el vuelo de Chicago?
Germán: A las nueve de la noche, llegaremos a Zurich mañana al mediodía, creo.
Ágata: Los voy a extrañar hijo, aunque me alegra ver que Yamila superó sus adicciones. Francamente internarla en aquella clínica fue lo mejor.
Germán: Cambiando de tema… ¿Qué fue de Paloma y Eva?
Ágata: Ni lo sé ni me importa, imagino seguirán viviendo en Nueva York. La verdad fue una suerte que esa estúpida rompiera su relación con Diego, Valery Henderson es la mujer indicada para él. Cuando se fusionen los dos ranchos, Larson West y Henderson Acres conformarán la hacienda más grande de todo el estado, lo que me convertirá en la mujer más influyente y poderosa de Wisconsin.
La villana sonríe con malicia e interés.
CONTINUARÁ…
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