martes, 4 de marzo de 2014

Capítulo 20: El origen de Claudia

EL PODER DEL DINERO
CAPÍTULO 20: EL ORIGEN DE CLAUDIA


AL DÍA SIGUIENTE
MIAMI, FLORIDA
INT. / HOTEL PARADISE, HABITACIÓN / DÍA

Diego se despierta en la cama, aún muy somnoliento y desperezándose entre las sábanas. El chico se da cuenta de que Paloma no está con él. Diego la llama, mientras se levanta de la cama.



Diego: ¿Paloma? 

(Nadie contesta)

Diego: ¿Paloma, mi amor, estás en el baño? (Mirando en el cuarto de baño) 

En ese momento Diego se percata de que falta la maleta de su novia de la habitación. Diego abre el armario y ve que la ropa de Paloma no está. La joven se ha ido. 

Diego: ¡No, no esto no puede ser! ¡No puedes hacerme esto! (Enojado)

El chico se viste a toda prisa y sale al pasillo. Diego corre hacia los ascensores y llama al botón varias veces. Los elevadores están ocupados. El joven se desespera por momentos. Diego está en la sexta planta del gran edificio. El chico no se lo piensa dos veces y baja por las escaleras, a la carrera, a toda prisa… 

INT. / HOTEL PARADISE, RECEPCIÓN / DÍA

Diego llega corriendo a la recepción y pregunta a la recepcionista.

Diego: ¡Buenos días! (Nervioso)

Chica: ¿Qué le ocurre algo señor? ¿Se encuentra bien?

Diego: ¿Sabe donde esta mi novia? ¿La ha visto salir? (Preocupado y angustiado)

Chica: Disculpe señor, pero acabo de comenzar mi turno… No sabría decirle. Si me dice el nombre de su novia tal vez le pueda ayudar.

Diego: Paloma, Paloma Mendoza… ¡Por favor ayúdeme, necesito encontrarla! 

Chica: Voy a consultar la base de datos… (Mirando en su pc, teclea y…) Aquí está, sí, efectivamente la señorita se marchó hace ahora casi dos horas, señor. 

Diego: ¿Qué, cómo así que se fue? ¿A dónde?

Chica: No lo sé señor, eso no nos consta. Sólo se despidió y me dijo que usted pagaría la habitación. 

Diego: ¡Maldita sea!! ¡No puede ser! ¡Paloma no me puede dejar así! ¡No puede!

El chico se marcha corriendo, la recepcionista, pensando que se va a ir sin pagar avisa a seguridad por un telefonillo. Diego sale a la carrera del hotel y cruza la calle, una gran avenida bordeada por flores y palmeras, frente a las playas de Miami. Diego mira a todos lados pero no ve a Paloma por ninguna parte. Hay mucha gente en la calle. El chico cruza la avenida casi sin mirar, a punto está de ser atropellado por un coche. Diego llega a la playa, sigue mirando y no la encuentra… Acto seguido ve un taxi. El joven le da el alto y sube.

INT. / TAXI / DÍA

En el asiento trasero…

Diego: ¡Al aeropuerto, por favor, apúrese! (Nervioso)

Taxista: OK, sir… There we go… (Arrancando el coche)


JAMESVILLE
INT. / CASA DE CLAUDIA, SALÓN / DÍA

Claudia y Eva conversan en la sala…




Eva: ¿Quéee? ¿Cómo así que mi hermano y tú…? No me lo puedo creer. En verdad que no.

Claudia: Surgió Eva, no sé como pero surgió… Me fui de tu casa mucho antes de que regresaras de Madison, por eso no te diste cuenta.

Eva: ¡Pero por Dios, Claudia! ¿En qué demonios estaban pensando? Y si llega a cacharles Iván en plena acción. Son un par de inmaduros.

Claudia: No me regañes, Eva… (Triste)

Eva: Ay Claudia… Claudia… Y encima sin protección. ¿Y si te quedas en estado, ah? Mi hermano no tiene trabajo, no puede hacerse cargo de muchachos ahora. Además, ustedes apenas acaban de empezar.

Claudia: César me gusta, Eva y yo a él. Yo le quiero.

Eva: ¿Y él a ti? (Extrañada)

Claudia: Dice que también.

Eva: Mmm… No sé, no sé, me parece que se precipitaron… Se dejaron llevar por la pasión y… 

Claudia: ¿Acaso no apruebas nuestra relación o qué pasa Eva? No entiendo nada.

Eva: Claro que la apruebo pero me parece que van demasiado rápido. Mira, mi hermano no es de los que se acuestan con cualquiera, pero… no sé… No sé como llegaron a…

Claudia: Yo tampoco soy así y lo sabes. (Molesta) Si lo hice fue porque me gusta, porque le quiero. 

Eva: Tengo que hablar con César de esto muy seriamente.


INT. / VUELO MIAMI-CHICAGO / DÍA

Paloma viaja en el avión rumbo a Chicago. La morena lee una revista pero no deja de pensar en Diego al que cree infiel.



Paloma: Voy a olvidarte Diego, te lo juro. Resultaste ser igual que todos… Todavía tienes el descaro de seguirlo negando cuando te vi con esa rubia desvergonzada en el hotel… (Enojada)


RANCHO LARSON WEST
INT. / MANSIÓN, DESPACHO DE ÁGATA / DÍA

La vieja villana habla con su hijo Germán por teléfono. Germán se encuentra en Suiza, de viaje visitando a su hija Yamila.



Ágata: ¿Cómo así que te vas a quedar a vivir en Zurich? ¿Te volviste loco o que te pasa?

Germán: Quiero quedarme hasta que mi hija salga de la clínica. Ya va muy bien, en unos meses podrá salir. Por ahora solo dejan visitarla una vez cada dos semanas. 

Ágata: ¿Y dónde vas a vivir allá en Zurich, Germán? ¿Y el trabajo?

Germán: Me han ofrecido un puesto en un banco aquí en Zurich, muy bien pagado. Sería temporal claro está. Además Santiago y tú pueden encargarse de Larson West sin problemas mientras yo no esté allá.

Ágata: Está bien, está bien… como tú quieras. Hablaré con tu hermano Santiago y con Diego sobre ello. Espero Yamila siga avanzando y salga de esa porquería. 

Germán: Un beso mamá. Hasta pronto.

Ágata: Chao hijo… Cuídate mucho, mi amor. (Colgando el teléfono en el escritorio)


JAMESVILLE
INT. / CASA MENDOZA, COCINA / DÍA

Eva y su hermano César hablan sobre lo ocurrido con Claudia.



Eva: ¿Pero bueno, que años tienes tú? ¿16 o qué? ¿En qué pensaban?

César: Bueno ya basta Eva, por favor, no soy un niñito.

Eva: ¿Y si Claudia se queda embarazada, ah? Te recuerdo que estamos sin un dólar. Si no fuera por los pocos ahorros y el sueldo de Paloma…

César: Pues pídele a la vieja Larson que te dé lo que te corresponde de la herencia de Miguel y listo. Así no tendrías que preocuparte tanto por el dinero.

Eva: No pienso pedirle un centavo a esa maldita bruja. Antes muerta, ni hablar. Lo que vamos a hacer es largarnos los 3 a Nueva York, Iván, tú y yo.

César: ¡Pero yo no quiero irme a Nueva York! ¡Aquí esta la chica que amo! 

Eva: ¡Que te calles! Nos vamos y punto en boca.

César: No puedes obligarme. No eres mi madre y aunque lo fueras… 

Eva: ¡A mi no me hables así! (Pegándole una bofetada)

El chico se lleva una mano a la mejilla, dolido a la vez que enojado con su hermana.

César: ¿Cómo fuiste capaz de pegarme? (Enojado)

Eva: No vas a seguir con Claudia, no ahora que acabo de descubrir la verdad.

César: ¿Pero de qué verdad estás hablando? ¿De qué hablas? 

Eva: Me lo acaba de decir la directora del colegio de Iván. Claudia es una hija bastarda de Ágata Larson. 

César: ¿Quéeeeeee? (Alucinado)

Escuchamos música incidental. En primer plano César no puede dar crédito a lo que acaba de escuchar. Eva, indignada, tampoco se lo puede creer.


RANCHO LARSON WEST
INT. / MANSIÓN, DESPACHO DE ÁGATA / DÍA

Doña Ágata y Ernesto charlan sentados a cada lado del escritorio. El joven se toma una copa mientras ella fuma un cigarrillo con mucho estilo y vanidad, como es su costumbre.



Ernesto: Misión cumplida, doña Ágata.

Ágata: Perfecto, sabía que podía contar contigo y con Valery para esto. Vamos a destruir a esa familia, no voy a parar hasta que los Mendoza se larguen de este pueblo.

Ernesto: Me gusta Paloma, doña Ágata, y por ella estoy dispuesto a hacer lo que sea con tal de tenerla.

Ágata: Pues por mi un favor más que me haces, guapo… Porque no la quiero cerca de mi nieto. Valery y tú van a ser mis armas para separarlos… para siempre. (Sonríe con malicia)


JAMESVILLE
INT. / CASA MENDOZA, SALÓN / DÍA



César: ¿Pero que diablos dices? ¿Cómo que Claudia es hija bastarda de Ágata Larson? ¡Eso no puede ser! ¡No puede!

Eva: Ve al colegio y habla con la directora. Hoy cuando fui a llevar a Iván creí que me daba algo cuando me enteré. No podía creerlo. ¡Mi mejor amiga es hija de esa maldita bruja!!! 

César: Vamos a ver, vamos a ver. Cálmate, por favor. 

Eva: ¡No me pidas que me calme! ¡Jamás un hermano mío estaría de novio con la hija de esa zorra desgraciada! ¡Jamás!

César: Y aunque fuera verdad, que Claudia sea hija de Ágata Larson. ¿Ella que culpa tiene de lo que sea su madre?

Eva: Claudia lleva los mismos genes de esa maldita criminal. La odio, la odio con toda mi alma. 

César: Estás desvariando… Claudia será todo lo hija que sea de esa señora pero no se parece en nada a su madre. ¡En nada! Y lo sabes.

Eva: No voy a seguir hablando más de esto. En cuando Paloma vuelva de Miami, nosotros tres nos vamos a Nueva York. ¡He dicho! (Se va hacia la cocina, histérica y furiosa)

En el salón, César suspira, no puede creer la situación.


RANCHO HENDERSON
INT. / MANSIÓN, SALÓN / DÍA

Valery y doña Ágata charlan sentadas en sendas butacas, mientras toman un par de cafés con leche servidos por una criada joven de rasgos indígenas.



Valery: Acabo de enterarme que los Mendoza se van a ir para Nueva York. (Sonríe astuta) Me lo dijo mi hermana Fedora que habló con Eva ayer en el pueblo.

Ágata: Genial… genial… simplemente eres brillante Valery. Hoy hablé con Ernesto en Larson West. Ustedes van a separar a mi nieto de esa mujerzuela.

Valery: Me encanta Diego y no voy a parar hasta que Paloma se marche y me deje el camino libre.

Ágata: Hoy regresa de Miami con Diego. Es tu oportunidad… Ahora es cuando debes aprovechar, ahora que las cosas están peor que nunca entre ellos.

Valery: ¿Se puede saber de qué está hablando? ¿Hay algo que yo no sepa o qué?

Ágata: Contraté una prostituta de Madison que viajó a Miami para seducir a Diego. Acabo de hablar con ella por teléfono. Al parecer Palomita encontró a mi nieto con esa mujer besándose en uno de los elevadores del hotel. Todo era una trampa orquestada por mí. (Sonríe malvada)

Valery: Jajajaja. Me encanta, doña Ágata, me encanta. Es usted diabólica. (Sonríe y bebe del café)

Ágata: Eso fue el detonante de una crisis entre ellos. A esta hora deben estar peleando a cuenta de la dichosa rubia del hotel.

Valery: Y ahora cuando vuelvan, toca la fase 2 del plan, imagino…

Ágata: Eso es… Tú te vas a encargar de consolar a Diego en su pena… y a la vez de ser amiga hasta la muerte de Paloma. Apoyarla, decirle que harás todo lo posible por mediar entre ellos dos… Bueno, tú sabes.

Valery: Perfecto. No se preocupe. Haré todo cuanto esté en mi mano. 

Ágata: Así me gusta… (Pensando: En cuanto te cases con Diego, este rancho será mío, estúpida Miss Trapitos)


JAMESVILLE
INT. / CASA MENDOZA, COCINA / DÍA

César entra en la cocina, enojadísimo y vuelve a hablar con Eva.



César: ¡Ahora mismo me vas a explicar esa historia de que Claudia es hija de Ágata Larson! ¡Porque eso no tiene ni pies ni cabeza!

Eva: Mira César… (Dejando un cazo de leche  sobre el fuego, volteando)

César: ¡Mira nada! Quiero una explicación, y la quiero ahora.

Eva: Siéntate… 

César: Lo que tengas que decirme puedes hacerlo estando yo de pie.

Eva: ¡Que te sientes! 

El chico se sienta, ella hace lo mismo, frente a frente, sentados a una mesa de la cocina.

Eva: Solamente lo sabe la directora, ni Claudia siquiera sabe su origen.

César: No puede ser… no es posible que sea cierto.

Eva: Escúchame. Hace casi 25 años Ágata Larson y la directora de la escuela de Jamesville eran grandes amigas. Ágata por aquella época tenía un amante, se acostaba con un peón del rancho y se quedó embarazada. Para que nadie descubriera la barriga, puesto que ya llevaba años viuda de Richard Larson, esa mujer se largó durante un año a Venezuela, su país y allí dio a luz a una niña.

César: Parece una telenovela… (Alucinado)

Eva: No he terminado todavía… 

César: ¿Pero que aún hay más?

Eva: Ágata la dio en adopción en Venezuela y regresó a Estados Unidos. Miguel, mi marido que en paz descanse era casi 20 años mayor que Claudia. Tanto Santiago, como Germán, como Miguel eran ya mayores y pasaron todo ese año en el rancho sólos, ajenos a la realidad. Ágata les hizo creer que estaba en Caracas cuidando de una tía suya enferma, pero todo era mentira. Una mentira para tapar un embarazo que no le interesaba a esa vieja víbora.

César: ¿Y por qué la directora no ha hablado hasta ahora?

Eva: Porque Ágata la amenazó y hoy como quien no quiere la cosa yo le dije que Claudia y tu estaban de novios y fue entonces que me lo contó, no podía callarlo. ¿Entiendes ahora mi enojo? ¿Mi reacción? Claudia es hija de esa maldita mujer.

César: ¿Pero y cómo fue a dar precisamente Claudia en este pueblo otra vez?

Eva: Una pareja de gringos de aquí de Jamesville la adoptaron. Claudia sabe que era adoptada. Sus padres se lo dijeron antes de morir pero ella no sabe quiénes son sus padres biológicos.

César: ¿Y su padre, el verdadero digo, todavía vive? El peón aquel…

Eva: No, murió hace años… eso me dijo la directora del colegio.

César: Dios mío… ¿Pero como pudo Ágata Larson ser capaz de dar en adopción a su propia hija? Esa mujer es peor que una serpiente venenosa.

Eva: Ágata es muy chapada a la antigua, es muy machista y no quería una hija en su familia y mucho menos una hija de un peón del rancho. Sus hijos varones no sabían la clase de madre que tenían. Iba de viuda por la vida y se estaba acostando con quien sabe cuantos mientras la muy zorra. Ágata Larson es peor que una barracuda.

César: Pero Claudia y yo nos queremos, hermana. Yo la quiero, no me importa que sea hija de esa mujer. Tú estuviste casada con Miguel.

Eva: Bastante tengo ya con aceptar que tu hermana esté de novia con Diego Larson, como para ver otra más de esa familia emparentando con la mía. Ya con Miguel fue suficiente. Ojalá nunca me hubiera casado con él. Nada de esto estaría pasando ahora. Yo le amaba pero su familia me hizo la vida imposible por años.

En ese momento son interrumpidos por Paloma, que llega llorando, maleta en mano. La joven acaba de llegar al pueblo.



Eva: ¿Paloma? ¿Qué haces aquí? (Extrañada se levanta de la silla)

César: ¿Por qué lloras Paloma, qué ocurre? ¿Le pasó algo a Diego? ¿Al bebé? (Preocupado, también se levanta de su asiento)

Paloma: Ay César… (Se lanza a abrazar a su hermano llorando desconsolada)

Eva: ¿Qué pasa Paloma? Nos estás asustando.

César: Ya, por favor, deja de llorar. ¿Qué ocurre?

Paloma: Es Diego, Diego me engañó con otra en el hotel de Miami.

César y Eva: ¿Quéee? (Alucinados)



INT. / HOTEL DE JAMESVILLE, HABITACIÓN / NOCHE

Santiago y Fedora hacen el amor en una de las habitaciones, en la cama, entre las sábanas. Fedora le cabalga como una perra en celo, gimiendo, incluso dando gran escándalo. La gente pasa por el pasillo y escucha semejante espectáculo.



Fedora: ¡Así, así papacito rico! ¿Te gusta así verdad?

Santiago: Sí, mi amor, sigue… (Agarrándola las nalgas)

Fedora: ¡Ahhh, ahhhhhhhhhhhh!!!! ¡Ahhhhhhhhhh!!!! 

Santiago: ¡Ahhh!! ¡Ahhhh!!!! 

Fedora: ¡Me vuelves loca! ¡Ahhhh!! ¡Ahhhhhh!!!!!

Ambos terminan exhaustos, abrazados en esa cama.

Santiago: Me encantas Fedora, no puedo vivir sin ti. (Se besan)

Fedora: Te amo Santiago, te amo tanto… mi amor.

Santiago: Y yo a ti preciosa… (Se besan)


INT. / CASA MENDOZA, COCINA / NOCHE

Eva apaga el fuego de la cocina de gas y retira el cazo de leche. Paloma sigue llorando en brazos de su hermano César.



Eva: ¿Cómo así que Diego te engaña? Lo que faltaba… 

César: Te juro que lo voy a matar. ¡Le voy a partir la cara a ese desgraciado! (Furioso)

Eva abraza a su hermana, César, indignado sigue dando voces.

César: ¡Esto no se va a quedar así! ¡Por supuesto que no! Si ya lo sabia yo, esos riquillos de porquería son todos iguales… ¡Se burló de ti! ¡Pero se va enterar quien soy yo!

Paloma: No, César, por favor, no cometas una locura… Cálmate.

Eva: ¡Ya basta César! ¡Ya! Lo mejor es que mañana nos marchemos todos a Nueva York y no volvamos a este maldito pueblo nunca más.

Paloma: Yo también apoyo la idea. Nos vamos.


AL DÍA SIGUIENTE
JAMESVILLE
INT. / CASA MENDOZA, SALÓN / DÍA

Tocan al timbre, Eva va a abrir. Es Diego. El chico entra en la casa sin apenas saludar.



Diego: ¿Dónde está Paloma? ¡Dónde!

Eva: Mira Diego, por favor, es mejor que te vayas. Paloma nos ha contado todo. Te vio con otra en el hotel de Miami. (Enojada) Eres un  sinvergüenza. ¡Larson tenías que ser! 

Diego: ¡Paloma! ¡Palomaaaaaaa!!!! (Se dispone a ir hacia el pasillo en su busca, pero Eva le detiene)

Eva: ¡Tú no vas para ninguna parte! ¡Fuera de mi casa! No te queremos aquí. Nos vamos a Nueva York. ¡Nos vamos esta tarde! Paloma no quiere volver a verte.

Diego: Nadie me va a impedir que hable con mi novia. ¡Palomaaaaaaaaa!!!! (Sujetado por Eva)

Pero justo en ese momento, César llega a la casa y ve a Diego en el salón. El chico, furioso, le confronta.

César: ¿Se puede saber que estás haciendo tú aquí? ¡Dime!

Diego: Contigo no vine a hablar… ¡No te metas en esto!

César: ¡Por supuesto que me meto! ¡Paloma es mi hermana y te has burlado de ella! Paloma te quería y le fuiste infiel con una cualquiera. ¡Eres un desgraciado!

Diego: No te voy a responder porque eres hermano de Paloma  y porque la amo. (Soberbio)

Escuchamos música incidental…


César: ¿Ah no? ¡Pues yo sí! (Pegándole un fortísimo puñetazo a Diego, que lo tira de espaldas en el sofá)

Diego se levanta y le pega un puñetazo a César. Ambos chicos se enzarzan en una pelea en el salón de la casa. Eva comienza a dar gritos.

Eva: ¡Ya por favor! ¡César, déjalo que lo vas a matar! ¡Ya basta!! ¡Palomaa!!! ¡Palomaaaaaaaaa!!!!! (Horrorizada)

Escuchamos música incidental. Los dos hombres siguen cayéndose a golpes. Diego le pega un puñetazo a César en la cara y lo empotra contra el mueblebar. Pero el hermano de Paloma le devuelve el puñetazo y lo tira contra una mesa. Ambos jóvenes siguen la pelea. Diego empuja a César al piso. En ese momento Paloma entra en el salón procedente de su cuarto.

Paloma: ¡Ya basta! ¡Diego! ¡César!!! ¡Basta ya!!! (Asustada y muy nerviosa)

Eva: ¡Paloma! ¡Dios mío!

En ese momento, Eva, César y Diego se la quedan mirando en silencio, ninguno dice nada… En imagen vemos a Paloma, de cuerpo entero, con una falda blanca manchada de sangre. Es una amenaza de aborto natural. 

Diego: ¡Mi amor! (Asustado)

Entonces, Paloma pierde el conocimiento y cae al piso. Eva chilla muy asustada. Diego corre a socorrer a su novia. César se levanta del suelo y trata de ayudar.

CONTINUARÁ

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